Un examen de Literatura Castellana «asequible» calma los nervios de los alumnos en el primer día de las PAU catalanas

Había nervios y estrés por las novedades introducidas este año en las pruebas, mucho más competenciales y con menos opcionalidad, y por los cambios de criterio de la Generalitat de la última semana con respecto a la penalización de las faltas de ortografía, pero la mayoría de los alumnos han salido esta mañana del primer examen de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) de Cataluña, el de Lengua y Literatura Castellana, con buen sabor de boca al ser «más fácil de lo que esperaban».

Poco antes de las 09.00 horas de la mañana, antes de entrar en el aula, los estudiantes tenían los nervios a flor de piel. «Este año cuentan bastante las faltas de ortografía», comentaban. Tras recibir el primer examen, en el que se han enfrentado a textos literarios de Azorín y Pío Baroja e Irene Vallejo los ánimos de la mayoría de los examinados «se han calmado». Los aspirantes a universitarios han tenido que responder también a cuestiones más competenciales dentro del bloque de Reflexión Lingüística como si es cierto o no la afirmación contenida en el libro 'La dignidad e igualdad de las lenguas' del lingüista Juan Carlos Moreno de que «la variación y el cambio lingüístico se deben al descuido e incultura de los hablantes».

A pesar de los cambios de este año, varias alumnas han abandonado el aula a las 10.30 horas satisfechas de la prueba. «Eran los nervios iniciales de pensar que era más difícil, pero cuando lo lees después está bien», comenta a este diario Mariona, una de las estudiantes que esta mañana se ha examinado de las PAU en el Tribunal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona (UB). «La parte del saber literario, que era la nueva, no era para tanto y tenía preguntas bastante sencillas», asegura la alumna.

El examen de Lengua Castellana y Literatura era el primero de esta convocatoria de las PAU y las faltas ortográficas podían restarles hasta dos puntos -0,1 puntos por cada una-. En la prueba se les ha preguntado al principio por el texto sobre la incertidumbre, que aborda temas como los estereotipos o el diálogo y las opiniones discrepantes, un texto que ha generado opiniones muy contrastadas en los alumnos a medida que salían de las aulas, informa Ep.

Al ser el primer examen de la selectividad, se manejaba más ansiedad de lo normal, especialmente con los nuevos criterios de evaluación y saber que las faltas de ortografía restan más que antes. «Contenía un texto de comprensión lectora, un texto expositivo, sintaxis y gramática. Los textos literarios eran de Pío Baroja y Azorín y eran bastante asequibles», explica Amal, otra de las estudiantes que se ha examinado en el tribunal de la UB. «El texto ha sido expositivo y para mi eso ha sido lo más difícil. En lo demás se han comportado y en los textos literarios no nos han puesto ninguna poesía. A ver, yo creo que me ha ido bien», afirma Leire, otra de las aspirantes a universitarias.

Por los pasillos de la UPF Ciutadella se escuchan constantemente frases sobre el primer ejercicio, en el que se les preguntaba sobre la incertidumbre. 'Vaya fumada de texto', dicen algunos, aunque otros aseguran que no ha sido complicado. Tras este ejercicio, los alumnos debían responder a algunas preguntas sobre él, como escoger la interpretación correcta del texto entre cuatro posibilidades; explicar qué significa una expresión del texto y sustituir algunas palabras subrayadas.

En el apartado de saber literario, los alumnos han tenido que responder 4 de 5 cuestiones sobre dos textos -un fragmento de 'Las confesiones de un pequeño filósofo' de Azorín y 'El árbol de la ciencia' de Pío Baroja-. En ellos se les pedía explicar en un máximo de 50 palabras cómo se manifiesta el sentimiento de nostalgia en ambos textos; comparar el simbolismo de dos objetos; seleccionar la afirmación que mejor describe una secuencia; o indicar qué figura retórica se emplea en un segmento subrayado, y entre las opciones se encontraba la sinestesia o el pleonasmo, entre otras.

El examen terminaba con un bloque en el que debían responder cuál de dos secuencias de un par mínimo es agramatical, así como escribir una secuencia semánticamente coherente; y otro con una frase de 'La dignidad e igualdad de las lenguas' de Juan Carlos Moreno Cabrera donde debían decir si unas afirmaciones eran correctas, entre ellas la de que «la variación y el cambio lingüístico se deben al descuido e incultura de los hablantes».

La estudiante Helena Rodríguez, del Institut Mediterrània de El Masnou (Barcelona), que quiere estudiar Filosofía en la UB, ha destacado el texto sobre la incertidumbre y lo relaciona con la actualidad: «Entre la gente de mi edad se han puesto de moda los discursos de extrema derecha porque lo ven en el móvil y absorben todo. Creo que deberían poner en duda las cosas que ven».

Del mismo centro, las alumnas Lua González y Emma Paludi que quieren cursar Comunicación Audiovisual en la UPF, han dicho que les ha ido bien el examen y, sobre la penalización por faltas, lo ven comprensible porque son exámenes de Lenguas aunque puede «fastidiar mucho» a algunas personas. Por su parte, la estudiante Sara Barjuan, del Hamelin-Laie International School de Montgat (Barcelona), que quiere cursar Marketing en la Universitat Ramon Llull (URL) Blanquerna, ha señalado que el examen ha sido «principalmente fácil» pero que el texto expositivo sobre la incertidumbre era complicado. Los más de 40.000 aspirantes a universitarios se examinarán también hoy de Lengua Extranjera y varias asignaturas de la fase de admisión (antigua fase específica).