Fraude electoral en Albaida del Aljarafe: una testigo admite que una concejal del PSOE le rellenó el voto por correo

En las elecciones municipales de hace seis años ganaron los socialistas en este municipio aljarafeño, obteniendo seis concejales por los cinco del PP, y Adelante se quedó a seis votos de obtener representación en la Corporación y romper la mayoría de José Antonio Gelo, alcalde desde 2011 y actualmente tras reeditar la victoria en 2023. Pero desde el principio Izquierda Unida puso el foco en presuntas irregularidades en la gestión del voto por correo en favor de los socialistas y a cambio de empleos municipales. En 2020, un año después de los comicios, se abrieron unas diligencias en el Juzgado mixto número 3 de Sanlúcar la Mayor.

Como ya informó ABC, la causa, en la que se han denunciado hechos que podría como ser constitutivos de delitos electoral, suplantación de personalidad, falsedad documental, prevaricación administrativa, negociaciones prohibidas a funcionarios o abusos en el ejercicio de su función, se dirige contra Gelo, su predecesora, Soledad Cabezón, exdiputada en el Congreso y exparlamentaria europea; y seis personas más vinculadas al socialismo local, entre ellos dos miembros del actual equipo de gobierno local, trabajadores municipales o de Correos.

En este tiempo la causa ha avanzado muy lentamente, tomándose declaración sólo a uno de los investigados y a una docena de testigos, entre los que se encuentran vecinos cuyos nombres aparecen en el listado de votantes por correo de Albaida en 2019, donde éste se quintuplicó: unas 350 personas solicitaron el sufragio por adelantado en una localidad con un censo de apenas 2.300 vecinos, lo que supone un 15%.

Entre las testificales ofrecidas por los vecinos llamados por la juez se ha escuchado a un matrimonio reconocer ante la juez que jamás habían votado, en cambio está su firma entre los documentos relacionados con el voto por correo investigados. Otro vecino admitió que se le ofreció un trabajo en el Ayuntamiento al día siguiente de las elecciones si firmaba su voto para el PSOE.

ABC ha tenido acceso al vídeo de una de estas testigos. En este caso, una vecina, a preguntas de la instructora, aseguró que ella misma tramitó la solicitud del voto por correo, aunque le rellenaron la documentación en la sede del PSOE. Confirmó que la firma, a pesar de no ser la misma del DNI, era suya, porque «no siempre firma igual». Estampó su firma donde le pusieron una 'x' para hacerlo, como aparece en más de setenta solicitudes.

Esta testigo entregó toda la la documentación con su DNI en la sucursal de Correos, «seguro al cien por cien» porque era el único año que votó por este sistema, aunque luego matizó que habían sido dos veces. «Me comuniqué con gente del PSOE para decirle que quería votar por correo. Lo solicité y me llegó a casa. Tuve que dar mi DNI. Fui a la casa del PSOE para que me ayudaran a rellenar la solicitud y allí dije rellénamela tú, que a mí no me importa. Al día siguiente llevé (la documentación) a Correos con mi DNI». Así relató esta vecino cómo procedió. Añadió: «Metí mi papeleta y la llevé otra vez a la casa del PSOE... a Correos, perdón». A preguntas del abogado de la acusación señaló a la actual concejal de Cultura como la persona que le rellenó los papeles. «Mi prima», precisó.

En esta causa obra un informe de la Guardia Civil en el que se recoge cómo de las 115 personas contratadas en 2019 por la administración municipal, veinte votaron por correo. Además, se señala que muchas de estas personas que votaron por correo estaban censadas en el mismo domicilio, esto es, eran familias enteras.

Para Izquierda Unida, en el Ayuntamiento se ejecutó un plan preconcebido y coordinado con el objetivo de conseguir «el mayor número de votos en las elecciones locales para el PSOE» a cambio de contratos y empleos municipales. Para ello fue fundamental el control por parte de uno de los investigados del censo electoral, «hasta el punto de saber la numeración en el mismo que le correspondía a cada votante». Otra investigada y actual concejal del PSOE «peinaba» el censo y facilitaba información de a quienes se les podría «tentar con promesas laborales» para que les otorgase la facultad de votar por correos por ellos.

Una trabajadora de Correos y exconcejal socialista, «habría sido la encargada de recepcionar tanto las solicitudes del voto por correo de las personas que accedieron a las prácticas delictivas y los votos que otros de los denunciados (empleado de Correos), como repartidor de correspondencia, tomaba en el Ayuntamiento y llevaba a la oficina postal». Este último investigado es quien, según la denuncia, tomaba en el Ayuntamiento las solicitudes de voto por correo y las llevaba a la oficina postal, sin necesidad de que los solicitantes tuvieran que realizar dicho trámite. La legislación electoral señala que toda la tramitación del voto por correo debe realizarse de forma personal por el ciudadano interesado.

Para IU, el alcalde tuvo que tener una «importante participación en los hechos denunciados, ya que no pudo estar ajeno a todo lo que se urdió, programó y llevó a cabo». Así, lograron que «más de cien personas entregasen sus DNI para tramitarles sus solicitudes de voto por correo y alguien falsificó sus firmas en los documentos».