¿Cuál es el origen de las primeras lentillas?
ciencia cotidiana
Aunque nos pueda parecer simple, la invención de las lentes de contacto requirió muchos siglos de investigación y desarrollo
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En las últimas décadas el empleo de las lentillas se ha multiplicado, coincidiendo con el desarrollo de nuevos materiales, los cuales han permitido que sean cada vez más cómodas. En estos momentos las lentes de contacto más comunes son las blandas, que se fabrican con plásticos hidrofílicos (hidrogeles), que permiten mantener un nivel óptimo de humedad y oxigenación corneal.
Corría el año 1508 cuando Leonardo da Vinci (1452-1519) escribió su 'Códice sobre el ojo', en donde explicaba que al sumergir la cabeza en un recipiente de cristal con agua se genera una visión diferente a la convencional. A partir de ese hallazgo el italiano forjó el esbozo de un modelo más pequeño que se ajustaba al ojo y que estaba fabricado a partir de una ampolla de cristal tallada.
A pesar de que las ideas de Leonardo no eran practicables en su tiempo, un siglo después René Descartes (1596-1650) diseñó un tubo lleno de agua con una curvatura semejante a la de la córnea por la que era posible mirar. El invento del francés carecía de apoyo directo en el ojo, era muy pesado, tenía un elevado coste y, en ocasiones, causaban daños corneales. Demasiados inconvenientes para que aquel invento se popularizase.
El siguiente gran salto en la historia de las lentillas se produjo en la primera mitad del siglo XIX, cuando el astrónomo británico Sir John Herschel (1738-1822) sugirió la creación de una lente de contacto con forma de ojo y que, además, se encajara al mismo.
Del vidrio al plástico
Seis décadas después de aquella sugerencia, un soplador de vidrio alemán (F.A. Muller) fabricó la primera lente de contacto de vidrio del mundo, capaz de corregir los defectos visuales más comunes en aquellos momentos. Sin embargo, su elevado peso la convertía, todavía, en una solución incómoda.
Tan solo un año después, el médico alemán Adolf Eugen Fick y el óptico Edouard Kalt mejoraron las lentillas –las fabricaron a partir de una esfera gruesa y dura con caucho vulcanizado- y añadieron líquido a las mismas.
A pesar de los avances, ni el vidrio ni el caucho parecían ser las mejores soluciones. Fue necesario esperar a la década de los treinta del siglo XX para que Thedore Obrig alumbrase las primeras lentes de plástico, fabricadas con polimetil metacrilato.
Lentillas de colores
En estos momentos se calcula que hay más de 130 millones de personas en todo el mundo que utilizan de forma regular lentes de contacto, y a pesar de que la mayoría lo hacen para corregir defectos visuales, hay muchas que se las ponen únicamente por cuestiones estéticas, para cambiar el color de sus ojos.
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En un futuro no muy lejano, quizás, sea posible que las lentes de contacto se conviertan en un objetivo de la industria tecnológica. Con lentillas inteligentes dotadas de sensores va a ser posible medir los niveles de glucosa, las variaciones de la presión intraocular o los niveles de alcohol en sangre. Otras de las muchas posibilidades que pueden ofrecer las lentes de contacto del futuro es ampliar la realidad virtual mediante lentillas capaces de procesar datos (señales de tráfico, precios…), tomar fotografías, hacer zoom o capturar todo el espectro infrarrojo, permitiéndonos gozar de una visión nocturna. ¿Qué más se puede pedir?
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