Por qué cuando uno juega al pádel le salen amigos por todas partes y conecta más consigo mismo
Este deporte engancha por muchos motivos
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Si hay un deporte que está en pleno auge es el pádel. Quienes se han aficionado a esta actividad saben que, especialmente con la llegada del buen tiempo, las pistas se reservan con tanta antelación que es muy probable que te quedes sin echar ese partido con amigos o desconocidos, porque si hay una actividad que no discrimina, esa es esta.
¿Qué tendrá que engancha tanto? Además de ser un deporte con buenos beneficios para el cuerpo y la mente, sin grandes impactos, la parte social se lleva toda la ovación. Puede que la persona que te ha tocado de compañero en un partido se convierte en el recurrente para los siguientes, y este espacio compartido es también una vía para reconectar con la familia, con las amistades, con esa parte de nosotros que también necesita tiempo y diversión.
Lejos de ser solo un deporte competitivo o exigente, el pádel también puede ser una vía para compartir, para desconectar, para reírse en la pista, aunque no se tenga la mejor volea ni el saque más fuerte. Es una forma de reconectar contigo mismo y con quienes te rodean, sin presiones, sin tiempos y sin tener que demostrar nada -salvo que sea un juego puntuando en alguna aplicación-.
Como espacio de conexión
Pese a ser parte del equipo de Pádel Nuestro, Clara Martínez Larrucea señala que «no hace falta entrenar duro ni comprar el mejor material del mercado para jugar al pádel». En realidad solo necesitas un grupo de amigas o familiares, una pista disponible, unas buenas palas (eso sí es importante) y ganas de pasarlo bien. Si lo haces por el puro placer de jugar, ya estás ganando.
«Si te apuntas al pádel, no lo hagas por presión social. Hazlo por ti, por tu bienestar y por tu alegría. Y si además puedes compartirlo con tus seres queridos, todavía mejor. Porque en una pista de pádel no solo se juegan puntos; se comparten historias, se sueltan carcajadas, se construyen lazos», señala Clara Martínez Larrucea, CMO de Pádel Nuestro.
Como explica la experta, el pádel tiene algo único: «Es de esos pocos momentos en el día en los que desconectas de todo y conectas con lo que de verdad importa. Ríes, te retas, te olvidas del móvil… y, sin darte cuenta, te diviertes. A veces, una pista, una pala y tres amigos o familiares bastan para equilibrarlo todo».
Por otro lado, al ser un ejercicio aeróbico nos ayuda a la activación cardiovascular, aumentando su resistencia y reduciendo el riesgo de sufrir algún problema coronario. Además, tonifica nuestros músculos y ayuda a la quema calórica, rondando esta las 600 calorías. Uri Botello, exjugador de pádel y embajador de Siux dice que, «como cualquier deporte, al sudar se pierden calorías y sales. Es importante estar hidratados y tener algún tipo de suplementación para recuperarse y no sufrir calambres».
Más beneficios del pádel
En medio del cansancio y las responsabilidades constantes, a veces cuesta encontrar un momento para uno mismo. Pero ese deseo de reconectar con lo que te hace sentir bien, con lo que te divierte y te da energía, sigue ahí. Y en este escenario, el pádel puede ser mucho más que un deporte.
Una de las mayores virtudes del pádel es que no exige un nivel físico ni técnico elevado para poder disfrutarlo. Es un deporte inclusivo, social, en el que pueden jugar juntas personas de distintas edades, niveles y contextos. Según The Brainy Insights, en 2022, las mujeres representaban el 37,5% de los jugadores de este deporte, aunque esta cifra no para de crecer.
El pádel es mucho más que un deporte: es la excusa perfecta para reencontrarte con amigas, conocer a otras madres, soltar carcajadas entre punto y punto y ponerte al día mientras la pelota va y viene. También puede ser un plan familiar: una tarde en la pista con tu pareja, tus hermanas, tus primos… ¡o incluso con tus hijos! Una oportunidad de oro para conectar con ellos, enseñarles a disfrutar de un deporte, y transmitirles valores como el trabajo en equipo, el compañerismo y la alegría de compartir momentos en familia.
Un deporte con historia
El pádel cuenta con un número cada vez mayor de jugadores. En el juego, siempre compiten dos parejas de jugadores, aunque hoy en día las pistas de pádel individuales son también muy populares.
Fue el empresario mexicano Enrique Corcuera quien inventó este deporte en 1962 para practicar en su pista de tenis privada. Corcuera adecuó un terreno de 20 x 10 metros en su propiedad, levantando muros en la parte trasera y laterales para que la vegetación no invadiera el campo, y el hecho de que la pelota pudiera rebotar en la pared trasera del campo sin interrumpir el juego inició la variación del tenis más tradicional.
En el mundo, el pádel empezó a abrirse camino en los años 90 y desde entonces no ha visto decaer su popularidad. De hecho, cada vez hay más uniones en torno al pádel. La última: Bumble y Lôk, que unen fuerzas para lanzar 'Game. Set. Match.' y convertir el pádel en el nuevo escenario para conocer gente de forma auténtica, divertida y sin presiones. A lo largo del verano, se celebrarán encuentros en Madrid, Sevilla y Barcelona pensados para romper con las citas tradicionales y ofrecer una experiencia real, donde el movimiento y la risa son el mejor punto de partida.
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