Según los datos que ofrece la OMS (Organización Mundial de la Salud) son alrededor de 550 millones de personas las que padecen cualquier enfermedad de transmisión alimentaria al año. En el blog te contamos cuánto duran los alimentos en la nevera o los alimentos que sí debes de poner en la nevera. Y hoy vamos a ver cómo organizar los alimentos en la nevera.
El motivo por el cual esto continua ocurriendo se debe a que desde el momento en el que el alimento sale de la huerta o de la granja hasta el plato, se ha podido contaminar de alguna forma y posee cualquier tipo de microorganismo como ocurre con las verduras o las carnes. Una cuarta parte de estos casos por intoxicación, se debe al mal uso que se hace de los frigoríficos, ya que cada espacio o compartimento debe destinarse a una función y alimento concretos.
Al llegar a nuestra casa con la compra, intentamos hacer una especie de Tetris en nuestra nevera, de forma que todos los alimentos ya sean frescos o no, se encuentran en contacto constante. Obviamente, el orden y disposición de nuestros alimentos en la nevera es considerablemente importante, ya que existen alimentos que están más predispuestos a ser el hogar de muchos microorganismos por lo que debemos tener especial cuidado a la hora de conservarlos y manipularlos.
Cómo organizar los alimentos en la nevera
Carnes y pescados crudos
El estante inferior de nuestro frigorífico debe destinarse a los pescados y las carnes, ya que el compartimento inferior es el que menor temperatura tiene y por tanto, es el que mejor conservará los alimentos frescos. Puedes almacenar la carne picada, el pollo crudo en envases separados y tapados. En este hueco podrás guardar la carne que pretendas descongelar, evitando así que el exudado desprendido por las piezas no caiga encima de otros productos contaminándolos también.
Alimentos ya cocinados
Los estantes del centro estarán destinados a productos semielaborados o cocinados, ya que son zonas de temperatura media y no necesitan una temperatura excesivamente baja. Estos alimentos serán las sobras de comida, los embutidos o las conservas que no hemos terminado de utilizar.
Huevos y lácteos
La parte superior del frigorífico, ya por último, es la que tiene mayor temperatura, lo que la convierte en el hogar ideal para quesos, yogures y por supuesto, los huevos. A pesar de que los fabricantes nos intentan facilitar la vida introduciendo hueveras de fábrica en las puertas, es precisamente este lugar el menos apropiado para colocar nuestros huevos, ya que son un alimento extremadamente sensible.
Cuando abrimos y cerramos la nevera, estamos cambiando la temperatura interna del frigorífico y es la puerta la que mayores cambios sufre, exponiendo esos alimentos ala temperatura ambiente. Es más sencillo que se alteren de esta forma.
Hortalizas, verduras y frutas
Los cajones que suele traer la nevera son de gran utilidad y es que es el espacio idóneo para determinadas frutas y verduras. Muchas hortalizas o frutas no necesitan introducirse en la nevera, por lo que pueden permanecer a temperatura ambiente. Aquellas que si lo requieren, deben lavarse adecuadamente ya que son uno de los principales focos de bacterias como la salmonela o la listeria. Debemos evitar la contaminación cruzada con todas nuestras fuerzas.
Salsas y bebidas
La puerta, esta vez sí, es la mejor zona de almacenaje tanto para las bebidas como para las salsas ya que aunque queden al aire, se encuentran bien envasados por norma general y no son tan sensibles a estos cambios de temperatura.
Medicamentos
Por último, los medicamentos. Estos productos no necesitan una temperatura excesivamente baja, pero lo cierto es que la gente, erróneamente, los coloca en la puerta siendo estos sensibles a los cambios de temperatura. El mejor espacio del que disponemos en la nevera para nuestros medicamentos son los estantes centrales o zona de temperatura media. Recomendamos que se introduzcan en una bolsa y que no estén e contacto con la pared de la nevera, ya que puede congelarse.
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