Mignon Houston, nuevo rostro de la diplomacia americana: «Nuestra prioridad es asegurar las fronteras»
La portavoz adjunta del Departamento de Estado sirvió en Madrid, defiende la respuesta de Trump ante los disturbios en Los Ángeles y critica la retórica incendiaria de Petro en Colombia
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Diplomática de carrera con casi dos décadas de servicio en el Departamento de Estado, incluido en España, Mignon Houston se ha consolidado como uno de los nuevos rostros de la diplomacia estadounidense bajo la administración Trump. Desde su cargo como portavoz adjunta, Houston refleja una ... clara alineación del cuerpo diplomático con las prioridades marcadas por Donald Trump en campaña y ejecutadas por el actual secretario de Estado, Marco Rubio, convertido en figura central de esta etapa.
En una reunión con un reducido grupo de periodistas, Houston defiende políticas migratorias más estrictas, una retórica combativa hacia gobiernos latinoamericanos radicales como el de Gustavo Petro en Colombia y una renovada disposición a actuar con mano dura en temas de seguridad y fronteras.
—Este fin de semana, el Secretario Rubio dijo que el presidente colombiano Gustavo Petro debería moderar su discurso tras el intento de asesinato del candidato a presidente Miguel Uribe Turbay. ¿Está usted de acuerdo con Marco Rubio y cree que Petro debería moderarse?
— Por supuesto que estoy de acuerdo con Marco Rubio. En cuanto al intento de asesinato, es desgarrador. El senador, joven, en la plenitud de su carrera, no merecía este tipo de acción hacia él o su familia. Nuestras oraciones están con él para una recuperación total. Reconocemos las declaraciones del Secretario sobre este incidente y continuamos apoyando a Colombia desde la distancia mientras atraviesa este momento. Y sí, absolutamente; creemos que es importante recordar que la retórica que es dura, condescendiente, puede ser problemática e incitar a la violencia. No es lo que queremos ver en Colombia ni en ningún otro lugar. El discurso de odio, lo hemos dicho muchas veces, no tiene lugar en América. Afirmamos que el discurso de odio en cualquier parte del mundo es problemático, crea inestabilidad e incita a la violencia. El pueblo de Colombia no merece eso.
— ¿Sigue habiendo negociaciones con El Salvador, Guatemala y otros países para que acepten inmigrantes indocumentados de Venezuela, Cuba y Haití?
—Es una prioridad de esta administración asegurar nuestras fronteras. Es el mandato que el pueblo estadounidense nos dio al elegir al Presidente, y él ha sido muy claro: vamos a proteger a los ciudadanos estadounidenses y asegurar la frontera. En cuanto a los vuelos de deportación, seguimos en conversaciones diplomáticas con varios países para que acepten a sus nacionales y también, potencialmente, a terceros países. El Salvador ha sido un gran aliado, aceptando incluso criminales del Tren de Aragua. Eso demuestra liderazgo y compromiso. Guatemala también ha sido clave, especialmente en el tema del fentanilo. Han ayudado significativamente a combatir la crisis de opioides en Estados Unidos. Queremos seguir colaborando con ellos y con México. No tengo acuerdos específicos que anunciar hoy, pero estas conversaciones son una prioridad, y vamos a seguir trabajando para establecer mecanismos que permitan la repatriación, tanto de nacionales como de terceros países.
—¿No teme el gobierno perder la confianza de los ciudadanos al enviar Marines y la Guardia Nacional a Los Ángeles? ¿Era realmente necesario, como dicen algunos gobernadores como Gavin Newsom?
—Me alegra que hagas esa pregunta. Es importante recordar que no hay lugar para la violencia y la destrucción en Estados Unidos. Entendemos que hay opiniones fuertes sobre la política migratoria, pero eso no justifica la ilegalidad. Lo que estamos viendo en Los Ángeles es violencia contra agentes de ICE, servidores públicos que se levantan cada mañana como nosotros, dejan a sus familias, y cumplen con su deber. Estas medidas no se toman por descuido, sino por responsabilidad. Tenemos la responsabilidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses y a nuestras comunidades, incluidas las de fe. Esa es una prioridad para esta administración y vamos a mantenerla. Esperamos que los disturbios en Los Ángeles se vuelvan más pacíficos. Por supuesto, la libertad de expresión y la protesta pacífica están consagradas en nuestra Constitución y las respetamos. Pero no queremos ver lanzamientos de piedras ni ataques contra agentes del orden. Eso es inaceptable.

—¿Tiene cifras de personas que se han auto-deportado según su nuevo programa para ello? ¿Qué resultados han visto?
—No tengo números exactos, pero el programa de remoción voluntaria asistida es una idea novedosa. Da a quienes están aquí sin estatus legal los recursos para regresar: transporte, documentación, apoyo financiero, incluso estipendios para su reintegración. Es otra herramienta que usamos para fomentar retornos voluntarios. La frontera ha vivido caos por demasiado tiempo. Es hora de aplicar las leyes migratorias. Esta administración ya no apoyará la idea de que quedarse en EE. UU. sin papeles es una opción. Queremos que las personas vengan legalmente. Si están aquí ilegalmente, les ofrecemos ayuda para regresar a casa y volver de manera legal. Estar sin estatus los deja sin protección legal y sin la posibilidad de participar plenamente en la sociedad. No queremos que vivan así.»
—¿Sigue vigente el acuerdo por el cual Canadá y España aceptaban solicitantes de asilo desde Guatemala y Honduras, firmado en la Cumbre de Los Ángeles de 2022?
—Este gobierno ha sido muy firme: estamos cerrando el uso de la aplicación CBP One, acelerando las deportaciones y reduciendo los programas de entrada excepcional. Esta administración ya no apoyará programas que faciliten la migración masiva. No puedo prever acuerdos específicos que vendrán, pero estamos comprometidos a frenar la migración masiva. Lo que vemos en la región con la migración masiva es caos en la frontera y condiciones que exponen a los más vulnerables a traficantes y explotadores. Nadie quiere ver eso. Ha pasado demasiado tiempo sin actuar, y ahora lo estamos haciendo en coordinación con nuestros socios en el hemisferio. Sabemos que EE. UU. no puede hacerlo solo.
—Muchos latinos que votaron por Trump están ahora enfrentando deportaciones, algunos por simplemente quedarse más allá del tiempo permitido en su visa. ¿Ve esta administración a esta comunidad como criminales? ¿Es un delito quedarse más tiempo con un visado?
—Valoramos profundamente a la comunidad latina en Estados Unidos. Lo digo clara y firmemente. Pero también debemos cumplir las leyes migratorias y asegurar nuestras fronteras. Este es un deber que esta administración se toma muy en serio. Muchos latinos también quieren ver estas leyes respetadas. Muchos han venido legalmente, cumpliendo con todos los requisitos. También hay inmigrantes de todo el mundo que lo han hecho de forma legal. Estar en el país sin estatus crea condiciones de explotación. No queremos ver familias aquí ilegalmente que puedan enfrentar deportaciones. Por eso ofrecemos la app CBP Home, para que puedan regresar. Esta política migratoria fue una de las principales prioridades de esta administración y el pueblo votó por ello. Sobre los que exceden el tiempo de su visa: si entraste legalmente, fue porque dijiste en tu solicitud que cumplirías los términos. Si no lo haces, estás faltando al compromiso que hiciste con los oficiales que te otorgaron la visa. Para nosotros, eso muestra una falta de respeto a las leyes migratorias. No puedo hablar como abogada, pero eso es lo que significa para esta administración.
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