«Las pérdidas de orina no son cosas de abuelas, y en la mayoría de casos son reversibles»
María Pérez, experta en suelo pélvico, explica en esta entrevista cómo la incontinencia suele afectar principalmente a las mujeres tras el embarazo, parto o menopausia y las claves para prevenirla

La incontinencia urinaria es un asunto que afecta a las mujeres fundamentalmente tras el embarazo, el parto o la menopausia, lo que supone una asunto de gran preocupación cuando se padece. Según María Pérez, fisioterapeuta experta en suelo pélvico, creadora de 'La Pelvis Revolution' y ... colaboradora de Intimina, lo primero que hay que entender en estos casos es que el suelo pélvico no es un ente aislado que va por libre, sino que forma parte de un sistema más grande. Para evitar pérdidas de orina tras el embarazo, el parto o la menopausia recomienda cuidar ese sistema con un enfoque global:
-Entrenar el suelo pélvico con ejercicios específicos. No se trata solo de hacer Kegels como si no hubiera un mañana, sino de trabajarlo en conjunto con el abdomen, la respiración y la postura.
-Cambiar los hábitos que lo debiliten, como hacer pis 'por si acaso', empujar para orinar o aguantar hasta estar al borde del colapso.
-Mantenerse activa con ejercicios que integren el suelo pélvico, atendiendo a las particularidades de cada persona. «No hay ejercicios 'prohibidos', pero sí es fundamental saber cómo ejecutarlos bien -matiza-. Entrenar con carga, hacer cardio, o incluso deportes de impacto, pueden ser perfectamente compatibles con un suelo pélvico sano si se gestionan adecuadamente. Para ello, cada persona debería recibir una valoración individualizada».
-Vigilar la alimentación y la hidratación, porque el estreñimiento es un enemigo silencioso del suelo pélvico.
-Consultar con una fisioterapeuta especialista si hay síntomas, para evaluar cómo está la zona y recibir el tratamiento adecuado.
¿Qué motiva realmente que una mujer tenga pérdidas de orina?
Las pérdidas de orina no son una consecuencia inevitable de haber sido madre o de la menopausia, pero sí hay factores que pueden favorecerlas. Durante el embarazo y el parto, el suelo pélvico está sometido a una gran presión y estiramiento. En la menopausia, los cambios hormonales afectan la elasticidad y función de los tejidos. Pero más allá de estos momentos vitales, hay otros factores que pueden contribuir: el estreñimiento crónico, la tos persistente, deportes o esfuerzos mal gestionados. No es el impacto en sí lo que genera problemas, sino cómo se realiza y cómo se adapta el cuerpo a él. La falta de un entrenamiento adecuado del suelo pélvico. Es decir, no se trata solo de lo que hacemos, sino de cómo lo hacemos.
¿Por qué unas mujeres tienen estas pérdidas y otras no?
Porque no hay una única causa ni todas las personas tienen el mismo punto de partida. Algunas mujeres tienen un suelo pélvico más resistente de base, otras han trabajado mejor su musculatura, y algunas han estado menos expuestas a factores de riesgo. También influye la genética, los hábitos de vida y cómo se haya recuperado el cuerpo tras eventos como el parto. Eso sí, que hoy no haya síntomas no significa que no puedan aparecer en el futuro. La clave está en la prevención.
¿Qué importancia tiene el cuidado del suelo pélvico?
Gigante. No es solo una cuestión de pérdidas de orina, sino de salud en general. El suelo pélvico sostiene órganos, participa en la continencia, en la postura y hasta en el placer sexual. Descuidarlo puede traer problemas como sensación de peso en la zona, dolor pélvico o dificultades en las relaciones sexuales. En cambio, trabajarlo bien mejora la calidad de vida, la autonomía y el bienestar. Es algo que debería formar parte del cuidado corporal igual que lo hacen el ejercicio, la alimentación o el descanso. Es un tema de salud, no un capricho.
¿Es todavía una asignatura pendiente a la que se le debe dar más visibilización e importancia?
Totalmente. A muchas mujeres todavía les sorprende que puedan hacer algo para mejorar su suelo pélvico y siguen normalizando problemas que no deberían serlo. Durante años, esto ha sido un tema tabú o reducido a 'cosas de abuelas', cuando en realidad afecta a mujeres de todas las edades. Hay más información y profesionales especializados, pero aún queda mucho por hacer en educación y prevención.
¿A partir de qué edad hay que prestar atención a este asunto para prevenirlo?
Desde siempre. Igual que cuidamos la espalda o los dientes, el suelo pélvico debería estar en el radar desde la infancia y la adolescencia, enseñando hábitos saludables. Si hablamos de momentos vitales en los que pueden aparecer más factores de riesgo y, por lo tanto, merece la pena prestar una atención especial, destacan el embarazo, el postparto y la perimenopausia. Son etapas en las que los cambios hormonales y físicos pueden influir más en la musculatura y la función del suelo pélvico, por lo que es clave actuar con prevención.
Cuando se sufren este tipo de pérdidas, ¿son reversibles? ¿Es posible controlar de nuevo la orina?
En la mayoría de los casos, sí. Si el problema se debe a una debilidad muscular, una mala gestión de presiones, un mal hábito o un conjunto de varias cosas, se puede mejorar muchísimo e incluso recuperar el control completo. Cuanto antes se trate, mejor será la recuperación. En casos donde hay un daño estructural importante, la mejoría dependerá del grado de afectación, pero siempre hay margen de mejora.
¿Cómo se cura la incontinencia urinaria?
El tratamiento dependerá del tipo y grado de incontinencia, pero hay herramientas muy efectivas:
Ejercicios específicos supervisados por una fisioterapeuta especializada. Además, si se busca un enfoque preventivo o un refuerzo extra, se pueden utilizar aparatos de biofeedback como el KegelSmart 2 de INTIMINA, que evalúa la fuerza del suelo pélvico y adapta el entrenamiento de Kegels a cada persona.
Revisar los hábitos que pueden estar influyendo, como empujar al orinar, aguantar demasiado tiempo sin ir al baño o no gestionar bien los esfuerzos.
Trabajo de todo el cuerpo. El suelo pélvico no trabaja en solitario, sino en conjunto con la respiración, el abdomen, la postura, etc.
Ejercicios que mejoren el tono y la respuesta automática del suelo pélvico. Aquí es donde la vibración juega un papel interesante, ya que ayuda a mejorar la función muscular de manera refleja.
MÁS INFORMACIÓN
Y, por supuesto, una de las grandes ventajas es que el suelo pélvico se puede trabajar de forma eficaz también en formato online, con programas guiados por fisioterapeutas especializadas. La fisioterapia pélvica online permite acceder a valoraciones y entrenamientos adaptados sin necesidad de desplazarse, lo que facilita la prevención y el tratamiento de muchas mujeres.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete