Abascal exige a Feijóo una moción de censura: «No es la hora de asambleas ni de manifestaciones»
El líder del Vox insiste en que el PP debe romper todos sus acuerdos con el PSOE, incluidos los alcanzados en Bruselas
Feijóo apela a los socios de Sánchez para una moción de censura y llama a los españoles a las calles de Madrid el 8 de junio

«Señor Feijóo, no es la hora de asambleas ni de manifestaciones». El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha compartido un vídeo en redes sociales para reaccionar a la declaración sin preguntas que ha ofrecido el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la ... sede nacional de su partido, en el número 13 de la madrileña calle de Génova. El popular, como ya hizo en noviembre, ha vuelto a ponerse a disposición de los socios de Pedro Sánchez para, si estos están dispuestos a apoyarla, presentar una moción de censura y, aparte, ha convocado una concentración en Madrid el 8 de junio para protestar por los casos de corrupción que cercan al Gobierno.
La respuesta de Feijóo, líder de la oposición, es del todo insuficiente para Abascal, quien le ha reclamado una ruptura total con el PSOE, algo que Vox lleva haciendo desde su salida de los Ejecutivos autonómicos que compartía con los populares, y que presente sin excusas una moción de censura. El dirigente derechista tenía previsto participar este jueves en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) que se celebra en Budapest, una de las cumbres conservadoras más importantes en la familia política de Abascal y sus aliados internacionales, pero ha tenido que cancelar el viaje, según han informado desde el partido, por un proceso vírico. Lo ha sustituido el jefe de la delegación europea de su partido, Jorge Buxadé.
A pesar de su enfermedad, Abascal ha enviado un vídeo de poco más de un minuto por redes sociales para presionar a Feijóo y eso que ya había reaccionado oficialmente su número dos, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, en una rueda de prensa en Barcelona. En un momento en el que los casos de corrupción se le amontonan al Ejecutivo y aparecen nuevas informaciones comprometedoras en prensa, para Abascal no es tiempo de medias tintas. «Ni asambleas», por el Congreso nacional del PP en julio, «ni manifestaciones», por la concentración anunciada este jueves por Feijóo.
«Es la hora de romper con el PSOE, sobre todo en Bruselas, y de presentar una moción de censura que explique a los españoles cuál es la alternativa que ofrecemos a este Gobierno de delincuentes. No estafe más. Rompa los acuerdos con el PSOE, presente una moción y trabaje para ofrecer a los españoles la alternativa que necesitamos», le ha instado Abascal. Esta semana, ha trascendido una grabación en la que una militante del PSOE, Leire Díez, pedía información a un empresario imputado por un fraude millonario de hidrocarburos para acabar con la carrera del teniente coronel Antonio Balas, jefe del departamento de Delitos Económicos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.
«Llevo siete años denunciando que un corrupto sin límites morales ha ocupado el Palacio de la Moncloa. La realidad es que resiste gracias al pacto de socialistas y populares en Europa», ha incidido Abascal, constante en la estrategia de acompasar su férrea oposición al Gobierno, instalada en un no preventivo a todo, con el desgaste al PP por su supuesta contención a la hora de distanciarse del PSOE y atacar al Ejectutivo.
«Se habría presentado hace mucho tiempo»
En la sede de Vox en Barcelona, en el número 28 de la calle Camp, Garriga se ha posicionado poco antes que Abascal y ha dejado claro que si estuviese en manos de su partido, la moción de censura «se habría presentado hace mucho tiempo». De hecho, la legislatura pasada, cuando Vox superaba la décima parte de los diputados del Congreso (35) necesarios para registrarla, lo hizo en dos ocasiones: una con el propio Abascal como candidato y otra con el profesor Ramón Tamames, exdirigente del Partido Comunista de España (PCE), como aspirante a presidir el Gobierno. La primera fue rechazada por toda la Cámara Baja —salvo los 52 diputados de Vox— con el histórico discurso de Pablo Casado que marcó su ruptura de relaciones con Abascal y la segunda, también, aunque esa vez con la abstención de PP, Foro Asturias y Navarra Suma.
Ahora, con solo 33 diputados, Vox no puede presentar una moción de censura y necesita que sea el PP, con 137, quien la impulse. Pero Feijóo no quiere si no tiene los apoyos asegurados para sacarla adelante, algo que a día de hoy, por mucho que apele a los aliados de Sánchez, es imposible por la incompatibilidad ideológica de Junts y el PNV, la derecha nacionalista, con los de Abascal, que plantean incluso la supresión de las comunidades autónomas. «Si los españoles detestan a Sánchez y quieren lo contrario a Sánchez y al PSOE, hay que apostar por lo contrario. Y lo contrario es Vox y Santiago Abascal», ha dicho Garriga, en esa particular pelea que libra Vox con el PP para intentar ganar posiciones en la derecha del tablero político.
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