Puñetazo en la mesa de Pogacar en el inicio de la Dauphiné

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La jornada, de 195,8 kilómetros, comenzó en Domérat y terminó en Montluçon, tras una larga primera parte por el interior de la región y dos vueltas a un circuito final de 31,8 km con subidas cortas pero exigentes. La etapa, aparentemente tranquila en su primera mitad, acabó convertida en un ensayo general entre los favoritos que, en pocas semanas, también se jugarán el Tour de Francia.

La escapada del día se formó nada más bajarse la bandera con dos corredores franceses: Paul Ourselin (Cofidis) y Pierre Thierry (Arkéa). Ourselin aprovechó la fuga para pasar en cabeza por las cuatro cotas puntuables: Sainte-Thérence (km 107,5), Argenty (km 114), Buffon (km 125,5) y Domérat (km 140), dejando prácticamente sentenciado el maillot de la montaña. Poco después, cedió ante el ritmo del grupo y fue Thierry quien aguantó unos kilómetros más en solitario.

Todo se decidió, sin embargo, en el tramo final. La última subida a la Cote de Buffon, una rampa de apenas 600 metros al 8,6%, provocó la ruptura definitiva a 6,7 km de meta. Axel Laurance atacó primero, Lukas Nerurkar le siguió, pero fue Jonas Vingegaard quien aplicó el cambio de ritmo más contundente. Pogacar y Van der Poel respondieron inmediatamente. Santiago Buitrago también entró, aunque fue neutralizado más tarde por el grupo. Evenepoel, en cambio, tardó en reaccionar, pero se lanzó con todo, con el pelotón rodando a 55 km/h para conectar con los otros tres monstruos del pelotón.

A menos de un kilómetro para la meta, el grupo perseguidor recortó la diferencia y se puso a solo cinco segundos, pero los cuatro favoritos mantuvieron la ventaja. Quizá presionado por la cercanía del pelotón, Van der Poel fue el primero en lanzar el sprint, pero Pogacar, con más aceleración en los metros finales, lo adelantó a solo 25 metros de la línea de llegada. Vingegaard se coló entre ambos y Evenepoel cerró el grupo en cuarta posición. Jake Stewart, desde el pelotón, fue quinto.

Cinco años después de su primera participación en el Dauphiné, Pogacar estrena su palmarés en esta carrera. Se llevó la victoria, las bonificaciones y el liderato.

Este lunes, la segunda etapa ofrece otro perfil quebrado, con varios puertos de tercera y cuarta categoría y un final en la Cote de Nonette. No habrá tregua. Los favoritos han empezado a correr desde el primer día.